10/12/14

SE VAN LOS QUE NO SE TIENEN QUE IR Y EL QUE DEBERIA SALIR DE LA SECRETARIA DE SEGURIDAD PUBLICA MUNICIPAL SIGUE HACIENDO DE LAS SUYAS…


Pues ahora con el despido injustificado del General Rolando Eugenio Hidalgo Eddy de la Secretaria de Seguridad Pública Estatal, no se hicieron esperar los estragos y consecuencias de las acostumbradas torpezas cometidas por el Jefe del Ejecutivo, Carlos Lozano de la Torre, donde ya cayó el primer ejecutado.

Y es cuando nos preguntamos, Que no se supone que quien debería haber salido sin lugar a dudas es el General Pablo José Godínez?... Claro que sí, ha quedado de manifiesto la incapacidad de este sujeto desde que arribo a la Policía Municipal, el cual para comenzar desconoce las calles de la ciudad, a ese grado llega su ineptitud.

Obviamente delegando funciones en mandos inferiores, también sin experiencia en la materia, como el caso del Director Operativo que hace lo propio para mostrar su incapacidad para controlar y organizar al personal que labora al interior de esa corporación.

No se diga la carencia de educación y cultura por parte de este sujeto de marras que se dice titular de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal, el cual se niega atender a la sociedad civil que solicita audiencia con él, pese a que constitucionalmente está obligado a concederle la audiencia a cualquiera que lo solicite y cuando lo hace, es de mala manera, ignorando por completo las peticiones de la ciudadanía, así como dando respuestas propias de los orates.

Ahora, si nos referimos al trato que le brinda al personal uniformado, pues simplemente se trata de un troglodita que suele comunicarse con base a insultos y ofensas en perjuicio de la moral de los uniformados; abusando obviamente del nivel jerárquico que ostenta para humillar a cuanto individuo se le pone enfrente.

Este es quien debería haber sido cesado, por las múltiples causas que ya se dijeron; sin embargo, quien sabe de qué privilegios gozara para que se le permita hacer lo que se le venga en gana, aun ejerciendo toda clase de vejaciones sobre el personal que labora en esa corporación.

El Alcalde de la ciudad, Juan Antonio Martin del Campo, debe analizar esta situación que no es la primera vez que se da a conocer, sobre la forma de dirigirse del General en cuestión; al igual de la serie de ofensas que le caracteriza para agredir a quien se le ocurra…

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