13/3/13

HUMO BLANCO EN EL VATICANO: JORGE MARIO BERGOGLIO AHORA ES FRANCISCO I


El cónclave de los Cardenales eligió un nuevo Pontífice en lugar de Benedicto XVI

En un rito que viene repitiéndose desde tiempos inmemoriales, la chimenea de la Capilla Sixtina anunció  que los cardenales eligieron por amplia mayoría al pontífice que guiará a los 1.200 millones de fieles que profesan la religión católica en unos tiempos especialmente difíciles.

El nombre del cardenal electo y el nombre que tome como papa no se conocerán hasta que se pronuncie el famoso "habemus papam" (tenemos papa) desde el balcón de la basílica de San Pedro dentro el cual ha resultado ser JORGE MARIO BERGOGLIO, de nacionalidad Argentino y cuenta con 76 a&os de edad; a su vez este ha dado a conocer el nombre con el cual se le conocera como Papa, siendo FRANCISCO I.

El humo blanco emergió al lluvioso cielo de Roma en la tarde del segundo día de cónclave y tras sólo dos fumatas negras.

Miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro celebraron con júbilo la fumata, mientras las campanas de la basílica empezaban a repicar para festejar la noticia, tal y como manda la tradición.

 

LOS PASOS DEL CÓNCLAVE:

La elección papal debe realizarse bajo una serie de reglas y rituales establecidos desde el siglo XIII bajo el nombre de cónclave, por su significado en latín: lo que se cierra con llave.

En esta ocasión, luego de la renuncia de Benedicto XVI como Pastor de la Iglesia Católica, 115 cardenales, menores de 80 años, votarán para elegir al Papa 266 de la historia.

Dos cardenales electores no asistieron al cónclave: el arzobispo emérito de Yakarta, Julius Darmaatjadja, por enfermedad; y el escocés Keith O'Brien, quien se excusó luego de admitir comportamiento sexual inapropiado.

 

EL INICIO

El cónclave comienza con la misa Pro Eligendo Romano Pontífice. Por la tarde, los cardenales se reúnen en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico y entran formados a la Capilla Sixtina para pedir al Espíritu Santo les ayude a la elección de nuevo Pontífice.

Los electores deben jurar, con su mano sobre el Evangelio, no revelar jamás los detalles del cónclave y así iniciar la votación.

SISTEMA DEL CONCLAVE EN EL VATICANO


LA VOTACIÓN

Cada votante debe escribir su elección en un papel con la inscripción Eligo In Summen Pontificiem, que quiere decir Elijo como Sumo Pontífice; uno por uno debe pasar al altar y decir: "Pongo como testigo a Cristo Señor, quien me juzgará, que doy mi voto al que, ante Dios, considero debe ser elegido". 

La boleta doblada se pone sobre un platón y, posteriormente, se deposita en una urna ovalada de oro y plata.

Se utilizan tres recipientes: uno para los votos en la capilla, otro para los cardenales enfermos en el Vaticano, quienes puede emitir su elección desde su cama y uno para colocar las boletas ya contadas.

Tras el depósito de los votos, tres escrutadores las abren y anotan los nombres para después leerlos en voz alta; las anotaciones deben ser entregadas para que se quemen al final de la votación.

Los cardenales sufragarán por los dos candidatos que tengan más votos | ESPECIAL

Los resultados de cada ronda de votación son sumados por los escrutadores y se escriben en un hoja de papel separada que se guarda en los archivos papales.

Después las boletas se queman en la estufa de la capilla con una sustancia que producirá humo negro o blanco.

Las rondas permitidas de votación son cuatro y se requiere una mayoría de dos tercios para elegir Papa, lo que traduce en 77 votos.

De no haber Papa el proceso de votación se puede repetir hasta 12 veces | ESPECIAL

Si después de tres días no se ha elegido a nadie (para el viernes por la tarde), se hace una pausa de hasta un día en las votaciones y la elección se reanuda. En caso de no haber Papa tras otras siete rondas, se hace otra pausa y el proceso se repite hasta cumplir 12 días de votación.

Los cardenales deben votar entre los dos candidatos que hayan obtenido el mayor número de votos. Ninguno de esos candidatos puede votar en esta etapa.

 

LA ELECCIÓN

Una vez que un cardenal es elegido como Papa, el maestro de ceremonias litúrgicas, monseñor Guido Marini, debe entrar a la Capilla Sixtina y pregunta: ¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?, si la respuesta es afirmativa, el cardenal decano pregunta: ¿Con qué nombre quieres que se te llame?

Monseñor Marini escribe la información en un documento formal. En ese momento sale humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina y se hacen sonar las campanas de la básilica de San Pedro.

El nuevo Papa se viste con su hábito blanco y, uno por uno, los cardenales se le aproximan para jurarle obediencia.

Para este cónclave se implementó un cambio; el nuevo Papa orará unos minutos, en la Capilla Paulina, antes de salir al Balcón de las Bendiciones frente a la Plaza de San Pedro, en donde, precedido por el protodiácono Jean-Louis Tauran anuncia: "Habemus Papam", lo que significa "Tenemos Papa", y lo presenta al mundo en latín.

El nuevo Pontífice aparece y pronuncia sus primeras palabras como Obispo de Roma.