1/4/13

MERIDIANO DEL CENTRO

Por Ricardo F. Cisneros Ibarra
 
*Escuela Secundaria General No. 1 en decadencia...
*Director Ezequiel Amaya Valtierra principal responsable...
*Sub Director Marco Antonio Ortíz Ávila remedo de cacique...
*Persecución contra alumnos y maestros abiertamente...

            EN DECADENCIA: Es lamentable tener que observar cómo ha ido en detrimento la imagen de la tradicional Escuela Secundaria General No. 1 "Lic. Benito Juárez", ubicada sobre la calle Rincón del populoso Barrio de San Marcos, misma que por varios años conservó el estatus de institución educativa de primera, aún por encima de colegios particulares; porque como se recordará, era un peregrinar y hacer largas filas, así como ver toda clase de funcionarios de alto nivel en la entonces Secretaría de Educación Pública, cuando todavía no se centralizaba la educación a cada Estado, todo con el único objetivo de conseguir a cómo diera lugar un lugar o espacio para sus hijos; obvio, que por la categoría que mostraba dicho plantel en todos los aspectos, comenzando por grandes Directores que pasaron por él, como el Profesor Candelario Ramos y Ubaldo Oropeza, sólo por mencionar algunos; pero que sin lugar a dudas difícilmente retomará el lugar que le pertenece ese plantel, mayormente cuando llegan a la Dirección toda clase de bribones, arribistas y recomendados para terminar de darle en la madre a la institución; por desgracia, en la actualidad esa secundaria, que quiero demasiado por ser egresado de ese plantel, de ninguna manera parece ser una escuela, sino mejor dicho, emula a una penitenciaría donde se resguardan a delincuentes de alta peligrosidad, sobre todo en lo que concierne al turno vespertino, el cual se les ha salido de control y permiten toda clase de actos vandálicos; y peor aún, es que Ezequiel Amaya no puede con el paquete, por lo que para despistar a profesores y padres de familia sobre su desempeño que ha dejado mucho qué desear, arremete de manera personalizada contra algún alumno, culpándolo de todo lo que sucede en el plantel que él mismo ha destruido con su actitud pasiva e incapacidad para estar al frente de una escuela tan importante como lo es la Secundaria General No. 1 . . . ÚNICO RESPONSABLE: Al hablar de Ezequiel Amaya Valtierra nos referimos a una persona cuya conducta no es la apropiada para desempeñar una función tan relevante como poner en sus manos la integridad de menores de edad, así como el desarrollo y aprendizaje de los mismos, quien por cierto no crea usted que arribó a la dirección de ese plantel por méritos propios, sino porque era protegido del entonces encargado del Departamento de Secundarias Mario Enrique Ruíz Esparza Murillo; sobre todo por delegar funciones en gatos inferiores para que éstos sean los ejecutores, porque hasta con eso hay que lidiar con este sujeto, de ser un cobarde para esconderse sobre sus propias decisiones, o simplemente requerir de esbirros como testigos a un lado de él para cualquier situación que se le presenta comprometedora, como el hecho que algún padre de familia le haga algún reclamo por la manera en cómo se dirige con los alumnos, misma que es agresiva, hostigadora, acosadora y persecutora; porque ha de saber usted señor lector, que este pelandrún y pelanas cualquiera ya que se propone a personalizar una guerra contra alumno específico, no lo suelta; incluso, responsabiliza a éste sobre cualquier hecho que se presente en la escuela, ya ni siquiera en el salón, porque es su palabra contra la del alumno; obvio, que es demasiada ventaja y abuso ponerse al tú por tú con menores de edad, acosándolos como si fuera interrogatorio de la Policía, mediante presión psicológica hasta que el alumno manifieste lo que Ezequiel Amaya Valtierra quiere escuchar para cerrar el asunto y de esta manera, según él, encontró al culpable . . . ACHICHINCLE LAMEBOTAS: Otro que ha hecho lo propio para quedar muy bien parado con su jefe inmediato, es un sujeto neófito, que por cierto ha sido despedido de varios planteles educativos, ¿porqué será?, se trata del profesor improvisado Marco Antonio Ortíz Ávila, dizque Sub Director de la misma escuela secundaria, es otro personaje tristemente célebre que se ha caracterizado por pretender dar una imagen de recto y disciplinado, o como él mismo lo dice: "Profesional de la educación", cuando ha quedado de manifiesto que este sujeto salido de la nada, ahora refugiado en la secundaria general No. 1, no entiende el significado de la palabra profesional, mucho menos de educación; debido a que si las alcanzara a comprender en su mínima parte, no estaría haciendo el ridículo haciendo "rondines", como también así lo llama él, sobre cada aula y anotar en su libretita lo que desde luego le conviene a sus intereses, sólo para llamar la atención pública; o ¿qué acaso no confía en el desempeño y compromiso de los mentores que laboran en ese plantel?, porque si es así, la situación es muy fácil, sólo basta con efectuar una depuración de aquellos malos elementos y de una vez por todas terminar con el problema, para así ya dejarse de ridiculeces; cabe hacer énfasis en que este sujeto desequilibrado, suele dirigirse hacia los alumnos con toda clase de insultos y ofensas; incluso, existe el dato sobre la vejación que fue víctima un menor de edad con capacidades diferentes, al gritarle toda clase de estupideces propias de los salvajes orates como él, tratando de imponer la voluntad de este par de directivos que sólo sirven para dos cosas, para nada y la otra usted ya la conoce . . . PERSECUCIÓN: Si en algo se han caracterizado este par de sujetos que malamente están allí, es por ejercer una doctrina fascista, basada en la imposición, como el hecho de no tomar en consideración la opinión de aquellos que si son auténticos profesionales de la educación, nos referimos a las personas que se encuentran frente a grupo impartiendo clases y no están tras un escritorio mamando de la ubre presupuestal, cobrando miles de pesos por hacer nada, sólo delegar funciones en gatos inferiores que también les hacen caravanas; ya nos podemos imaginar el berrinche por el que está atravesando Ezequiel Amaya Valtierra, al no haber sido designado secretario del sindicato de maestros aquella persona de la cual éste se inclinaba, porque ahora resulta que también se quiere sentir remedo de cacique, al igual que si achichincle mayor, el sub director Marco Antonio Ortíz, ambos cobardemente tomaron la decisión de modificar una estrategia de no tomar en cuenta a los docentes, sino que avisaron a los alumnos que serían los maestros quienes cambiarían de aula y no ellos; esto, pese a que ya se había aprobado con anterioridad la negativa de mentores, pero como es la costumbre abusiva de Ezequiel Amaya y compañía, faltando un cuarto para las doce, como auténticos cobardes, avisan del cambio a los escolares y no a los maestros; esperemos que en realidad haya cambios, como tanto lo han prometido las autoridades . . .

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