Ya apareció la nueva caja chica del
Gobierno del Estado, de ese famoso “Progreso para todos”, del cual está al
frente el nefasto y déspota Carlos Lozano de la Torre; donde al parecer la Dirección
General de Transporte Publico ha paso a ser una importante área de recaudación para
las arcas del tristemente célebre Lozano de la Torre.
Pues resulta que dicha Dirección ha
tomado como estrategia colocar retenes exclusivos para detener solamente a
taxis, y bajo la chicana de que supuestamente se está llevando a cabo una revisión
de la unidad, exigen una serie de documentos que obviamente el chofer no cuenta
con ellos por ser de delicado manejo y que por ende el concesionario debe
conservar en lugar seguro; pues el caso es que nunca les faltan argumentos para
efectuar las respectivas detenciones de las unidades, aunque estas estén nuevas.
Apenas hace unos cuantos días se llevó
a cabo la mentada revista de revisión físico mecánico de esa modalidad de
transporte público, en efecto nos damos por enterados que el no acudir es
motivo suficiente para ser sancionados económicamente, misma que debe ser en
acorde a los ingresos que se obtienen como salario mínimo, según la propia ley.
Pues déjeme le digo señor lector,
que la sanción aplicada por ese concepto equivale a la exorbitante cantidad de
6,645 pesos, cantidad de dinero que no gana ni el chofer ni el concesionario en
un mes de trabajo; pese a que la unidad es modelo 2015 que ni viene al caso una
revisión de un auto que apenas fue dado de alta hace escasos dos meses.
Al chofer que con sacrificios
obtiene un ingreso no superior a los 150 pesos por 8 horas es sancionado por no
contar con licencia o gafete de chofer de taxi hasta con 1,000 pesos; cuando
cree usted que podrá pagar ese dinero si hasta el trabajo le quitaron por no
contar con los documentos; por otra parte, la mencionada Dirección de
Transporte Publico ha tomado como estrategia la de detener autos y enviarlos a
la pensión a diestra y siniestra, sin ni siquiera una amonestación o
simplemente aplicar las sanciones correspondientes; es decir, dos o tres días que
se llevan entre detención y liberación es dinero que dejaron de percibir hasta
tres familias, todo porque al titular se le ocurrió dar la orden de enviar al corralón
a cuanto taxi se les cruzara por enfrente.
Esa es el hambre que está sacando a
relucir el famoso “Progreso para todos”, quien se dio a la tarea de presionar a
los concesionarios para que cambiaran las unidades por nuevas, a tal grado de
continuar entregándoles Aguascalientes a los japoneses, asegurándoles su
negocio por largo tiempo en comprometerse que será por la vía de a guevo, que
todos los taxis sean marca Nissan; chingando aún más al pueblo con multas
millonarias y endeudándolo con los auto distribuidores de esa marca extranjera;
porque no les dio a elegir a los concesionarios de taxis la marca de auto que
quisieran y que el propio Gobierno del estado los pagara de contado, para que
la deuda sea directamente con el Poder Ejecutivo; claro que no, todo es negocio
y en cambio si existe la amplia protección e impunidad a favor de propietarios
de camiones urbanos, quienes no pasan revista, verificación ambiental, no pagan
impuestos, ni mucho menos compran unidades nuevas. Otra del déspota Carlos
Lozano de la Torre.