El
13 de enero pasado fueron secuestrados en Oaxaca, los niños Juan José y Alexa
Álvarez Benfield, cuando se dirigían al colegio donde estudiaban la primaria.
En su declaración ministerial los dos niños aseguran que al momento de su
intercepción los secuestradores realizaron disparos a su vehículo, logrando
volcarlo. Los secuestradores le dispararon al chofer en el rostro, y sacaron a
los menores de manera violenta; no se llevaron a otra hermana, Davia Álvarez
Benfield, porque al verla cubierta de sangre pensaron que estaba muerta. Al
niño Juan José le propinaron algunos golpes y un culatazo en la cabeza, para
sacarlo del vehículo. Los subieron a una camioneta y fueron trasladados a la
casa de seguridad, en donde al llegar uno de sus secuestradores les dijo: “A
ver chamacos, están secuestrados y así van a ser las cosas: cuando quieran algo
muevan los pies, está prohibido hablar, les vamos a poner vendas en los ojos y
los vamos a amarrar de las manos y de los pies. Quiero decirles que esto no es
personal, aquí alguien por envidia o no sé si es porque odien a tu papá, mandó
a hacer este trabajo, entendieron”, golpeando a los niños mientras los
interrogaban. Durante su cautiverio los menores fueron encerrados en una
cisterna de dos metros de largo por dos metros de ancho, con un metro y medio
de alto, donde, en todo momento, eran mantenidos sentados en el suelo con los
ojos vendados, amarrados de pies y manos y encadenados, vigilados por un
cuidador. Los cuidadores se alternaban cada dos horas. Los niños, para sus
necesidades fisiológicas, sólo tenían una cubeta cubierta con una bolsa de
plástico negro, eran “aseados” cada cinco días a jicarazos, su comida consistía
en guisados y té, y uno de los cuidadores se refería en sus pláticas
constantemente a cuestiones sexuales, con el riesgo de algún tipo de agresión a
la niña.
Vía
intervenciones telefónicas, los secuestradores fueron detenidos el 17 de mayo
pasado en Oaxaca. Ellos mismos llevaron a las fuerzas de seguridad al lugar
donde estaban secuestrados Juan José y Alexa, donde fueron detenidos sus
custodios.
La
mayoría de los secuestradores fueron reconocidos por las víctimas, por la
persona que hacía de negociador y por las pruebas documentales levantadas por
la PGR. Hoy hay 13 personas detenidas por pertenecer a esta red. Están
formalmente presos desde el 28 de mayo, y desde el 6 de agosto, la Coordinadora
y la Sección 22 están reclamando la libertad de estos “presos políticos”.
¿Por
qué? Porque cinco de los detenidos son de la Sección 22 y de la CNTE y tres son
miembros del Frente Amplio de Comunidades Marginadas del Estado de Oaxaca
(FACMEO), que a su vez es parte de la APPO. Están relacionados, incluso
familiarmente, con Rafael Vicente Rodríguez Enríquez, asesinado el 24 de
diciembre del 2011, quien había estado preso por el secuestro del niño Oscar
Abraham Rodríguez (realizado con la misma metodología que el de los niños Álvarez
Benfield).
Rafael
Vicente era maestro, fue líder de la Sección 22, líder del FACMEO y estaba
casado con Gloria Manzano Sosa. Uno de los detenidos en el caso de los niños
Álvarez es Luis Gutiérrez Saldívar, pero en la investigación se descubrió que su
verdadera identidad es Leonel Manzano Sosa, el hermano de Gloria. Como parte de
las investigaciones también se demostró que la voz del negociador David Vargas
Araujo coincidía con la que se tenía grabada en el caso de Calixto Saúl Bravo
Martínez, quien había sido secuestrado en septiembre de 2012. Vargas Araujo en
su declaración aceptó ser asesor de la diputada Rosario Merlín; reconoce haber
organizado el secuestro de los niños junto con Luis Gutiérrez Saldívar (en
realidad Leonel Manzano Sosa), Mario Olivera Osorio (funcionario por la Sección
22 del Instituto de Educación Pública de Oaxaca) y Sara Altamirano Ramos
(candidata a presidenta municipal y dirigente de la Sección 22), identifica a
los demás miembros de la banda y dice también que por lo menos dos de los
detenidos participaron en otro secuestro en Otumba, en el Estado de México.
La
banda está relacionada con por lo menos cuatro secuestros, y sus líderes son
partes del FACMEO, de la Sección 22 y varios de ellos tienen relación con el
EPR, aunque podrían haberse convertido en miembros de una fracción de ese grupo
armado, denominada Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), según comunicados
de estas mismas organizaciones. Estos son los maestros secuestradores cuya
libertad exigen la Coordinadora y la Sección 22.
DAVID VARGAS ARAUJO
SECUESTRADOR DE DOS MENORES DE EDAD EN OAXACA
MIEMBRO DEL CNTE SECCION 22