Vaya que las notarías seguirán
alineadas al SAT, pues no sólo informan a las autoridades de los procesos
notariales que realizan, sino ahora también controlarán el dinero.
Resulta que como medida de seguridad
y de control ante movimientos extraños o excesivos, las autoridades fiscales
buscan que las notarías sean su principal informante al respecto y, a su vez,
acotar la posibilidad de irregularidades.
Es decir, las notarías deberán
notificar de todos los movimientos y escrituras que realicen día a día.
Aunado a ello, las operaciones
financieras establecidas deberán ser direccionadas vía instituciones bancarias.
Es decir, si antes las notarías cobraban de forma directa y a sus cuentas por
trámites que van desde escrituras hasta la terminación de créditos
hipotecarios, ahora dichos pagos se verán controlados.
Dado que no se harán los pagos
directamente a la cuenta de las notarías, sino que deberán ser transferidos a
una cuenta bancaria y posteriormente se destinará el dinero a la notaría.
El objetivo que se busca con este
procedimiento es tener un mayor control en las cuotas que cobran las notarías
por cada trámite, además de supervisar vía transacciones bancarias las operaciones
que realizan particulares y empresas.
No hay que olvidar que el SAT es el
único organismo que tiene acceso a revisar transacciones bancarias e
investigar, en su caso, si hay operaciones dudosas o fraudulentas. Para que a
su vez se pueda notificar a la institución correspondiente y entonces se
proceda de forma legal, según sea el caso.
El tema es por demás importante. Lo
interesante es que también estas operaciones sean procesadas vía tecnología
para que entonces puedan dar resultados en el objetivo central, de lo contrario
y con tantas transacciones diarias, el objetivo final será seguir archivando,
pero ahora vía documentos y archivos en computadoras.
Habrá que esperar a que tanta
regulación no se traduzca en mayores irregularidades o desviaciones de
trámites.
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