22/5/13

PULULAN FINCAS ABANDONADAS UTILIZADAS POR DELINCUENTES PARA DROGARSE, NO HAY VIGILANCIA POLICIACA

            Ha sido demasiada la presunción de las autoridades municipales y estatales con respecto a alardear sobre la supuesta seguridad pública que están otorgando a los habitantes de Aguascalientes, misma que según comentarios generalizados ha dejado mucho qué desear, sobre todo por la irresponsabilidad con que suelen dirigirse los elementos policíacos, los cuales a sabiendas que no son supervisados por mandos inmediatos hacen lo que mejor les parece, dejando a la deriva su obligación por la cual fueron contratados y sea de paso, se les paga con dinero del pueblo.

            Pues sí, han sido millones de pesos en equipamiento, patrullas de super lujo, que en realidad éstas últimas no ameritan tanto, porque al final de cuentas brindan el mismo servicio que cualquier otro vehículo de motor de menor precio, como el hecho que es inadmisible que la Policía Estatal haya introducido autos marca Hummer para meterlas de patrullas, porque para empezar son vehículos sumamente costosos que sólo sirven para apantallar a los demás, asimismo es demasiado pesado y no tiene el desplazamiento como para comenzar alguna persecución; ¿o qué acaso no sería mejor comprar autos comerciales de 6 cilindros, austeros, que cubran con las necesidades primordiales de la seguridad pública que al final de cuentas no otorgan?.

            Por otra parte, la austeridad debe comenzar por los propios mandos superiores, ya que es de dominio público que el Secretario de Seguridad Pública Estatal, General Rolando Eugenio Hidalgo Eddy, tiene asignada una camioneta de pasajeros tipo suburban de reciente modelo, aparte dos patrullas tipo Jeep como escoltas, dos motocicletas y una Dodge Charger; consideramos que es demasiado, aunque sea peligroso su trabajo; hay que recordarle que todavía no hace mucho tiempo, aquellos buenos Jefes de Policía tenían asignadas una misma patrulla al igual que los demás elementos, sólo que era identificable por el No. 0001 que indicaba que era el titular de la corporación y todavía ya muy exagerado, sólo contaba con otra patrulla que le servía de escolta con dos elementos, o aunque sean cuatro.

            Mientras tanto las colonias de la periferia e incluso la misma zona centro de la ciudad se encuentra en total abandono, no se diga por la misma irresponsabilidad de los elementos policíacos municipales que de plano, les vale madre y abandonan la vigilancia, sólo por tomarse su tiempo y acudir hasta más de cinco patrullas con varios oficiales a tragar algún lugar que por lo general siempre son los mismos, por las tardes en la marisquería ubicada sobre la Calle Petróleos Mexicanos No. 219, entre Valladolid y Libertad, donde estacionan las unidades oficiales sobre el camellón, lugar prohibido; por las noches, a un puesto de tacos ubicado en Calle Melquiades Moreno esquina Norberto Gómez de la Colonia Gremial.

            El caso es que los robos, asaltos, cristalazos y demás delitos del fuero común están siendo olvidados por ambas corporaciones policíacas, porque en la actualidad nadie ha estado exento de ser atracado o haber sido víctima a manos de la delincuencia, en distintas maneras y magnitudes, pero la Policía brilla por su ausencia; lo peor del caso es que los mismos oficiales saben de antemano dónde se esconden esos hampones, que por lo general siempre son los mismos y son plenamente identificables por su modus operandi.

            Ejemplo: Las autoridades municipales han hecho caso omiso sobre una finca abandonada que se ubica sobre la Calle Río Pirules, exactamente entre las Calles Marina Nacional y Libertad, de la populosa Colonia San Pablo; misma que es un foco rojo latente que pone en peligro a todos los habitantes de la colonia antes mencionada y de otras aledañas que también han sentido el rigor de esas lacras; dicha finca es utilizada como guarida para drogarse, introducir artículos robados y demás hechos delictivos que atentan contra los intereses, integridad y moral de la ciudadanía.

            Incluso, las patrullas comisionadas en esta zona, no se atreven a efectuar el rondín completo; es decir, sólo se concentran en circular con la patrulla sobre las principales calles como Petróleos Mexicanos, Valladolid, Marina Nacional, Libertad, Aquiles Serdán, Ignacio Zaragoza, pero jamás se atreven a inspeccionar la mencionada finca de la Calle Río Pirules, bajarse de la unidad oficial para introducirse a la misma con lámparas y verificar que no se encuentre nadie.

            No, para nada, eso sería demasiado pedir, mayormente que el fuerte de las corporaciones policíacas, llámese Municipal y Estatal, es dedicarse a quemar gasolina en las patrullas paseándose, acudir a tragaderos a degustar comida en horas de trabajo, abandonando la vigilancia; y si nos referimos a los altos mandos, pues ahora en la actualidad es un lujo portar los vehículos que ellos traen, ordenando y mandando, pero de ninguna manera inspeccionando que realmente se cumpla con la encomienda que se les dio, ya sea por la Alcaldesa o por el Jefe del Ejecutivo.

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